viernes, 21 de octubre de 2016
POEMA Y NORMA A UN SILENCIO DE MUERTE
nada se sabe de ese nuevo vacío,
de esa barcaza tallada a lengua de noche inmóvil
esa vena, de río pasajero,
y ese charol que imita todos los llantos
ayer, por ejemplo,
soñaba, y entre otros sueños se iba abriendo silencio,
se quedaba tu voz conmigo, viaje de mis manos
y este adviento de amor, de rodillas en los ecos
¿quién anda ahí?
mira que no sé en qué otoño se ha perdido la cara
mira que no sé qué vida mía se ha muerto
adivina tú, qué muerte me toca,
sufrida de su faro, su luz entre metal
y cuando viva, llévala a esta sombra
despierta,
hay un sonido de muchos días al diluvio,
nada queda nuestro,
solo esta salida a todo respiro.
Marioantonio Rosa.© 2016
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario