martes, 30 de agosto de 2016


¿Somos un pueblo en protesta?

Escrito por Marioantonio Rosa para EL POST ANTILLANO

http://elpostantillano.net/cultura/18015-mario-a-rosa.html

domingo, 28 de agosto de 2016

RECADO A JUAN GABRIEL












Voy a escuchar de nuevo esa primera canción
donde un trópico se echaba a dormir en tu garganta
y tendía sombras de días despejados,
lloraba y esperaba un beso, o se quedaba
verano y escalera en el hogar de tus ojos.

Tendré los ocasos de tu música,
y aquella sangre de ángel regada por tu idioma;
un tequila reposado y bugambilias,
para que nunca nos abandone tu soledad

y el cántico,
de Mar Pacífico rompiendo los cerezos
o las terrazas grises donde iban a solearse algarabías

que después bajo tu piel se iluminaban
y eras tú, amándonos
como ese sol de Michoacán
donde solo son de tu astro las palomas.

Marioantonio Rosa.© 2016

sábado, 27 de agosto de 2016

UN VIEJO TEMA SOBRE UN REINO













Quise entrar
al oído de este balcón desvencijado
con su hermosura rasgada en pronombres, sombras que pasan,
y dejan un espejo verde que las nombre;
quise entrar con los pasos de los ojos, los que callan,
y solo sueltan un riachuelo de palabras malheridas.

De pronto me fui viendo en todas sus puertas
tan cerradas como una voz cuando llovizna, de pronto,
me acerqué al comedor con su hambre y sus vacíos
y el polvo que quedaba en un largo juego de sombrillas;
me ví llegando al dormitorio sin cuerpos, al estambre,
de una luna sobreviviente en sangre de barcazas

y hasta en los pasillos
con el nombre de un horizonte repetido al silencio.

Hay un árbol de entreluces,
de muerte y vida, tan sedoso en su cosecha de antiguos

aquí está, pensando mis ojos

con amor y con destierro.

Marioantonio Rosa.© 2016

martes, 23 de agosto de 2016

ENTREMUROS














(El Viejo San Juan, y el Mar Atlántico)


Al tocar,
el nunca vencido pecho de estos muros
el abobe roido
por esa gaviota atlántica donde el aire
hace un cuerpo de visita;
al tocar los ojos de ese mar
contemplado de Pedro Salinas
con su barca de letras
amor sin razón, voz que tanto debe
a esa luz en la herida de mujer
y al fondo,
el cementerio y su blanco baldío
su ola seca de nombres
los rosarios ya de hiedra y eco
y la azulísima postal de muerte
subiendo la sed en su mástil
cuando veo
todo el lienzo rápido
de un cielo tallado a salitre
un despejado intacto
y hasta ambrosía en los peces lejanos

te siento llegar a mis espaldas
mirar juntos esta lumbre acercándonos

te siento como el día nuestro,
más vivo que nunca.

Marioantonio Rosa.© 2016

sábado, 20 de agosto de 2016

UN CUADRO DE CAMILO MORI




















Epístola al pintor expresionista chileno Camilo Mori Serrano 
(1896-1973)

La viajera tiene dos noches redondas
todavía húmedas del último gorrión;
la piel no es más que una llovizna,
un juego veloz de nubes y de torres, un concierto,
que se desnuda una vez te toca el hombro

o te causa soledad, su resplandor.

Has venido a comer las frutas de la viajera
a sentir su noche de toronjas y dátiles
a preguntarle si tomara un tren o si descalza
le irá tejiendo a Dios una regadera
desde donde siempre levanta su cuerpo de silencio.

¡Camilo inconcluso!
¡qué tremendas tus reuniones de color!
¡y qué lento tu doblaje de ropaje espíritu!

Lluvia y tarde borrándose lámparas,
océano de signos

rendido en Montparnasse.

(OBRA: LA VIAJERA, DE CAMILO MORI)

Marioantonio Rosa.© 2016

lunes, 15 de agosto de 2016

KAFKA ENAMORADO




















''No puedo creer que exista un
cuento de hadas en el que se haya
luchado por una mujer más y con
mayor desesperación de lo que en mi
interior se ha luchado por ti, desde
el principio y siempre de nuevo y tal
vez para siempre''

Franz Kafka a Felice Bauer


Yo te hice solemne en un cuerpo de palabras
y te hice para mi voz,
en la plaza de las lluvias destruidas;
en estirpe de aguas me conquistaba a tu piel
como un pájaro fugaz y mudo ante tu grandeza.

Felice
tienes el corazón del alba en su frontera;
diosas desnudas se arrodillan en tu sombra cuando duermes,
o la abeja reina que rompe la inocencia de tus ojos
pausada y descalza ante todos tus elementos;
eres viva aunque tu cara no se dibuja en mis manos;
eres viva en los salmos a la soledad de todos.
y hasta un océano partido en tus sentidos.

¿Cuántas cartas me derrumbaron en tu acoso?

Pero más allá de los papeles,
hiciste un puente de celajes que nos existen
y con ellos, la fronda del amor sonando con sus lunas,
para que la noche no se quede angosta en sus caracoles
y como el espejo, prosiga su relato

metamorfosis o lumbre,
cualquiera de las dos, tu eternidad.

Marioantonio Rosa.© 2016

miércoles, 10 de agosto de 2016

LAS VOCES













La noche delgada del corredor
deja caer su oído sobre todas las cosas;
se mantiene un viejo mar de desvelo
rompiendo el vacío de sus propias olas
y el aljibe en tibia herida de las sábanas

se habla en gran silencio.

Como en bella sed,
primero suben celajes y arrecifes;
te dejan saberse desprendidas de un sueño
que ha llegado a tí, como agonía;
te dejan saberse sombra de aurora, sombra de gritar
todas las coronas que el miedo inunda.

Es posible la heredad de la locura.

La forma de vivir es simple:
no contestar nunca a ese sonido de hojas muy verdes
como si un árbol resquebrajara su día mutilado
y fuere lejos tras de ti, con deseo,

solo escucha sin tocar esas palabras
mudo sobre la luz que te asecha.

Marioantonio Rosa.© 2016

viernes, 5 de agosto de 2016

ESTELAR

















La otra noche
la que descuida a sus dueños;
la noche en lomo de imaginerías
sangrando y desangrando.

De esa noche
cavadora de sonámbulos
un río tuerce la garganta
y brilla.

Y el aire
¡pandero de apariciones!
suena como la plata herida
de sus árboles.

No he dormido;
fue otro sueño despertando
con sus clavos dulces
y fui yo, el fugitivo.

Canta, alma,
no digas noche, habla con estrellas
allá de soledad

tu sombra.

Marioantonio Rosa.© 2016

martes, 2 de agosto de 2016

LOS POEMAS DE LA BAHÍA


















Existe un corazón mojado,
y existe el claro de las sombras en la bahía
donde el agua quieta como un silencio
va escuchando su espejo brocado, se imagina
un crepúsculo exacto a las navegaciones;
nada tan dormido como los remos de la barcaza
entrando al agua sin abrazaderas,

y nada como la música detenida del reflejo.

La bahia es una sola vida de la tarde
y de las tardes su cuerpo en agonia, es un bodegón,
donde reposa desquiciada la fruta del hombre
y en la noche, como ahora, no hay agua quieta

solo un templo mudo de nubes y luces
o a veces el árbol derrumbado de una ciudad lejana.

Navego este corazón mojado,
este lienzo sonámbulo en su frente de rutas,

aprendo abismos de silencios,

soy del poeta, su otro rostro.


Marioantonio Rosa.© 2016