miércoles, 20 de julio de 2016

NOSTALGIA DE SER BARRO



















Yo canto esta tristísima lluvia del barro;
esta mano de frío invocada, estos pasajeros míos
y un poco de vino derramado en la herida

y una corta inmensidad, como la sombra de un sueño.

Cuando no puedo cantar
hago cartas de mariposas nocturnas
y las voy poniendo al agua, para que escapen,
o para que esperen, de la noche reunida, el lenguaje.

Y la voz, de barro,
cercana en un pasadía de casas vacías,
tocadas por un largo aviso de soledad
de un mismo color de cuerpo dormido, o despierto;
un color de abrazo triste y fundido,

inmolación de seres.

¿No estás?
¿Te has ido cuando el molde abandona su silencio?

Eso nos pasa cuando hacemos la figura
y nuestras propias manos nos estallan de hundimiento;
crecen de nostalgia las alas de los ojos
como el corazón del barro

el que no escucha, calla e ignora
y sin embargo,
nos ama siendo madre de nuestra sangre.

Marioantonio Rosa.© 2016

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