domingo, 24 de julio de 2016

RECADO A HORACIO OLIVO













Recuerdo tu voz
tallada en lámpara y ánfora
madrugada después
con rostro de espejo a gran sonido;
luego el histrión
de cielo despejado, cielo nuevo
donde en cada paso te llamabas al espíritu;
tenías la carcajada de esos aires
que solo se nombran con las frutas
y como tierra en surcos

fuiste patria, a canción de alabanza.

Horacio,
duermes sobre tu arco de voz perdida
han pasado flamboyanes
con la púrpura de tu honda al ataque;
los rayos urgentes del aviso
la guitarra de todos que ahora se nos roba
porque en la deriva tenemos una oración de granos
madrastra de la sed y de la asfixia;
pero el Gamma tiene un verde sonámbulo y soberbio

que traspasa el pecho de los barcos invasores
y diseca los brazos asesinos,

así que sigamos cantando nuestra guerra
ahora más, en la hora postrera

en el más fuerte de los incendios,

CONTIGO.

Marioantonio Rosa.© 2016

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